White Can't Jump: un verdadero clásico del cine deportivo
La comedia que todo fan necesita ver
White Can't Jump es un verdadero clásico cuando se trata de películas deportivas. Es una comedia sobre dos fanáticos del baloncesto, un blanco y un negro, que intentan burlarse mutuamente. Es una película sobre lealtad, traición, cuyo lenguaje y época encajan perfectamente con el estilo de los años 90 cuando se estrenó y rápidamente ganó popularidad no solo en Estados Unidos, sino también en todo el mundo. Es muy divertido y, al mismo tiempo, ofrece algunos momentos bastante sabios.
La acción se desarrolla en canchas de baloncesto asfaltadas al aire libre en Los Ángeles y concretamente en Venice Beach en el barrio de Crenshaw. Allí se apuesta dinero en partidos entre aficionados. Protagonizada por Wesley Snipes y Woody Harrelson. El personaje de Snipes está luchando con su trabajo principal debido a la crisis económica y está tratando de ganar algo de dinero extra jugando baloncesto. Billy Hoyle, interpretado por Harrelson, tiene la apariencia cómica de un bicho raro con una sonrisa tonta que viste pantalones cortos holgados, un sombrero al revés y parece demasiado distraído, lo que lleva a las víctimas a apostar que perderá sus partidos. No necesita dinero, pero sus victorias le proporcionan un placer increíble y le hacen cosquillas en el ego.
La película nos muestra cómo se juega al baloncesto en duros entornos urbanos, y el director Ron Shelton, que también es guionista, es plenamente consciente de la forma en que hablan y actúan sus personajes. Se apoya mucho en la burla y la jactancia, haciendo del lenguaje utilizado una de las grandes armas de la película. Su energía y espíritu parecen completamente involuntarios y hacen que los actores parezcan improvisadores talentosos. La originalidad sólo enfatiza su efecto duradero. Los insultos groseros han sido reemplazados por expresiones crudas muy creativas y extrañas pero que suenan bien, que sólo puedes entender si miras esta película por ti mismo.
Curiosamente, esta no es sólo una película de baloncesto. El director, que cuatro años antes brilló con otra comedia deportiva, sabe todo sobre el deporte y cómo afecta a las personas mayores. Es consciente de cómo la aparición de los niños en el juego puede desdibujar la realidad de los hombres. En White Can't Jump, los personajes principales tienen mujeres que exigen ser mucho más masculinas de lo que muestran en la cancha de baloncesto.
La novia de Billy es de Puerto Rico, interpretada por Rosie Pérez, quien ganó muchos fanáticos con una de las actuaciones de comedia deportiva más divertidas de todos los tiempos. Su papel secundario, que presenta a la actriz desde una perspectiva diferente a la que la caracteriza, merece al menos una nominación al Oscar. Los personajes de Harrelson y Pérez tienen una relación física entusiasta que se trata con una franqueza refrescante.
A pesar de las expectativas, "Whites Can't Jump" carece de escenas de sexo. Son reemplazados por una calidez amigable que se expresa a través del confort con la desnudez. A menudo, en las películas uno tiene la sensación de que los actores de las escenas de amor las han ensayado hasta el dolor y cada fotograma está calculado hasta el más mínimo detalle. Aquí, Pérez y Harrelson crean personajes que se conocen y se disfrutan.
Por otro lado, Sidney Dean, el personaje de Snipes, está casado y su vida hogareña es mucho más complicada. Tyra Farrell interpreta a su esposa. Sin embargo, el trabajo diario de Dean no puede pagar las cuentas y no es suficiente para mantener a una familia con niños, por lo que necesita dinero extra.
Las constantes reuniones y peleas entre Sidney y Billy hacen que la película pueda proporcionar una fórmula deportiva predecible que conduce al gran juego real. Pero incluso en esta obra hay sorpresas.
White Can't Jump es una comedia maravillosa con un toque alegre, de tristeza y dulzura que la hace mucho mejor de lo que podría hacerlo la trama misma.