Don Diego es el mejor jugador de fútbol, pero ¿sabías que también fue boxeador?

Don Diego es el mejor jugador de fútbol, pero ¿sabías que también fue boxeador?

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Para algunos, Diego Armando Maradona pasará a la historia del fútbol como la mayor leyenda. El argentino con un toque mágico, que conquistó los corazones de millones, nos dejó para siempre en 2020, pero seguirá siendo un símbolo de magia, excelencia futbolística y genialidad que vemos cada vez menos en el fútbol basado en las matemáticas y la física de hoy. Maradona era un futbolista único, cabeza loca y carácter impulsivo, del que pocos recuerdan... además tuvo una corta carrera en el boxeo a sus espaldas.

Por supuesto, Don Diego nunca fue un boxeador profesional, pero una promesa hecha a un buen amigo lo obligó a subir al ring en 1996. Y este sigue siendo el único caso en el que la leyenda argentina cambió sus botas de fútbol favoritas por guantes de boxeo.

El poco conocido boxeador Santos Lasiar es la base para que Maradona suba al ring. En 1981, el argentino presentó una de las mayores sorpresas del boxeo de aquella época y se consagró campeón de peso ligero de la AMB. Venció al considerado invencible Peter Matebulda en una pelea épica que pasó a la historia como una de las más grandes del boxeo argentino. Además, Lassiard lo está haciendo en Sudáfrica, la tierra natal de Matebulda, y en Argentina es recibido como un héroe. Posteriormente, Maradona prometió enfrentarse algún día a su compatriota en un partido, promesa que tuvo que cumplir en abril de 1996.

Por supuesto, el encuentro entre ellos no es un combate de boxeo "oficial", sino una demostración a 3 rounds para disfrute de los dos legendarios deportistas, así como de los miles de asistentes al combate, que se ha convertido en un auténtico clásico con un toque de humor. girar.

En ese momento, Maradona todavía era futbolista de Boca Juniors, mientras que Lassiar era ahora un boxeador "retirado". Ya en la balanza, el espectáculo está en su apogeo, ya que los dos se encuentran en categorías totalmente diferentes: Don Diego pesa 75,3 kilogramos, mientras que su oponente está casi 15 kilogramos detrás de él: 61,6 kg.

Durante la pelea, los dos se mordieron desde el principio e intercambiaron terribles puños para el deleite de los miles que vieron la manifestación pelear en vivo. Diego, al estilo típico, sale completamente vestido con los colores de Boca Juniors y la afición lo aclama alocadamente desde el primer gong. Hacia la mitad del combate, los dos claramente ya no están interesados en pelear entre sí y deciden hacer un "doble ataque" al árbitro del combate, quien recibe todos los golpes con una sonrisa en el rostro.

Al final, después de 3 asaltos, el trío de jueces no pudo encontrar un ganador, otorgaron un empate, poniendo así fin a uno de los combates de boxeo más memorables de la historia de Argentina. Aunque sólo sea una demostración.

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