El primer afroamericano en la NBA
1950 es uno de los años más importantes en la historia del baloncesto y especialmente de la Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos y Canadá. Este es el año en el que por primera vez en la "liga alienígena" a un jugador de baloncesto negro se le permite jugar en uno de los equipos que están en el campeonato.
En el draft de pretemporada de 1950/51, los equipos de la NBA seleccionaron hasta tres afroamericanos, pero sólo uno de ellos puede ser el primero en registrar minutos en un partido de baloncesto del campeonato más importante del mundo. Y este es Earl Lloyd.
El 31 de octubre, los Washington Capitals juegan su primer partido de la temporada, y Lloyd (gracias al programa de la NBA) juega un día antes que el resto de jugadores negros seleccionados en el draft de pretemporada. Logró un excelente debut con 6 puntos y 10 rebotes. Por supuesto, su debut no va "bien", tras el anuncio de la alineación de Washington y la aparición de Lloyd en la cancha, un aficionado en las primeras filas lanza violentos insultos racistas contra el jugador de baloncesto. Sin embargo, nadie le presta atención, ya que se considera "normal". A pesar del trato por parte de algunos aficionados, el propio Lloyd afirma que ha sido bien recibido por sus nuevos compañeros y le han dado un gran trato.
El propio jugador no espera formar parte de la NBA. Sin embargo, en vísperas del draft, su novia le dice que en West Virginia State (la universidad donde Lloyd estudió y jugó) se sabe que los equipos de la NBA están interesados en sus servicios. El rumor se hizo realidad y los Capitals lo eligieron en el puesto 100 del draft.
Después de sólo 7 juegos, Lloyd fue reclutado por el ejército y enviado a Corea durante 2 años. Después de su regreso, su equipo ya no existía, pero pasó a formar parte de los Syracuse Nationals y más tarde de los Philadelphia 76ers. Su carrera, que incluyó 9 temporadas en la NBA, terminó con los Detroit Pistons. Es más, en 1970 se convirtió en el primer entrenador en jefe negro en la historia de la NBA, lo que lo convirtió en un pionero a dos bandas en el campeonato más fuerte del planeta.
Desafortunadamente, esperó hasta 2003 para ser incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto. En 2015, a la edad de 86 años, murió, dejando tras de sí una de las huellas más importantes del baloncesto, la que allanó el camino para que los negros se apoderaran de la NBA y la convirtieran en el campeonato de baloncesto más fuerte del planeta.