El primer partido de baloncesto.

El primer partido de baloncesto.

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Si el clima en el estado de Massachusetts no hubiera sido lluvioso y muy, muy frío en un día cualquiera del siglo XIX, quizás el mundo nunca hubiera podido disfrutar de uno de los deportes de equipo más populares del momento: el baloncesto. Pero, gracias al frío glacial de Springfield y a un genio profesor de educación física, hoy miles de millones pueden ver con deleite cada día uno de los deportes más atractivos.

El 1 de diciembre de 1891, es un día normal en Springfield: llueve, hace frío afuera y el profesor de educación física y deportes del "Springfield College" local, James Naismith, se pregunta cómo realizar una actividad que ambos útiles para sus alumnos, pero también en interiores.

Después de rechazar varias opciones, Naismith se decide por una de sus ideas hasta ahora no realizadas. Les entrega un balón de fútbol a sus alumnos, clava una canasta de duraznos en la pared de 10 pies de alto y describe algunas reglas simples. Él llama al juego "baloncesto". Y el 1 de diciembre de 1891 se jugó el primer partido de baloncesto de la historia.

Está muy lejos de lo que estamos acostumbrados a ver en estos momentos. El primer partido lo jugaron 9 personas y terminó con victoria de 1:0 para un equipo (solo se anotó una canasta en el partido). Además de eso, la "clase" termina antes de tiempo, ya que se produce un serio tumulto entre los participantes.

"Debido a mi gran error, los chicos comenzaron a empujarse, patearse y golpearse unos a otros. Terminaron con una pelea multitudinaria en el centro del campo. Antes de que pudiera separarlos, uno quedó inconsciente, varios de ellos tenían los ojos amoratados y a un niño se le dislocó el hombro. Hubo un intento de asesinato», admite Naismith en una antigua entrevista de radio que se volvió a publicar hace apenas unos años (en 2015).

"Después del primer partido pensé que se iban a matar. En cambio, los niños seguían pidiéndome que los dejara jugar de nuevo. Por eso se me ocurrieron reglas adicionales. La más importante fue la prohibición de correr con el balón en las manos. Esto detuvo los empujones y empujones. Probamos las nuevas reglas y el partido terminó sin una sola baja. Resultó ser un deporte puro y maravilloso", añade el padre del baloncesto.

Así, un "bárbaro" en su primer deporte de combate se convierte en un juego súper inteligente que deleita a millones de personas a diario hasta el día de hoy. Y por eso tenemos que agradecerle a James Naismith, creador del (posiblemente) mejor juego de la historia.