Los mejores combates de boxeo de los años 90: igual santofield contra George Foreman
La batalla de los tiempos, que sugería que los 90 serían los años especiales en el deporte
Los años noventa del siglo pasado nos ofrecieron espectáculos increíbles en el ring de boxeo. Partidos de los que todo el mundo hablará. Partidos que han atraído a varios nuevos fanáticos del boxeo. Partidos que vale la pena recordar de vez en cuando.
Uno de los jugadores más implicados en los mejores enfrentamientos es Evander Holyfield. El boxeador de Alanta es uno de los competidores más exitosos y atractivos de este deporte. Sus peleas son dignas de mención, por eso hoy hablaremos de su pelea contra George Foreman. Una pelea donde estaban en juego 3 autos: los títulos mundiales de peso pesado de la AMB, el CMB y la FIB. No sólo por la gran apuesta, sino también por lo sucedido en el partido, por la diferencia de edades de los dos contendientes, el choque se denominó la "Batalla de las Edades".
Antes de llegar a ello, sin embargo, conviene recordar quién entra y desde qué posición. El 25 de octubre de 1990. Evander Holyfield noqueó a James Douglas en el tercer asalto y se convirtió en campeón del mundo. Antes de esa pelea, Holyfield pospuso una posible pelea con Mike Tyson para acordar una pelea con George Foreman, de 42 años, por los títulos que ganaría si derrotara a Douglas. Luego de regresar al boxeo en 1987. Foreman está invicto: 24 victorias, 23 de las cuales fueron por nocaut. "El Grande" está hambriento de más victorias y de más ingresos financieros. Del combate con Holyfield, el luchador nacido en Houston, Texas, recaudará 12,5 millones de dólares, y el campeón del mundo aún más: 20 millones. A pesar de su grave edad, Foreman está decidido a destronar a Holyfield y ponerse tres cinturones a la vez.
Llegamos a la fecha 19 de abril de 1991. El día de la "pelea de todos los tiempos": Evander Holyfield, de 28 años, contra el veterano George Foreman, de 42 años. Las expectativas son de un dominio total por parte de Evander y un final rápido para "The Big George". Pero eso es normal: 14 años más joven, todavía invicto en su carrera, que no apostaría por Holyfield. Y el comienzo muestra que precisamente eso puede suceder. El primer asalto destaca que Evander definitivamente tiene la ventaja, pero en el segundo asalto, Foreman envía al campeón contra las cuerdas después de dos poderosos ganchos de izquierda. Sigue un poderoso derechazo y Holyfield es sacudido. Los fanáticos sienten que se acerca un gran combate y Foreman no está en el ring para recoger una bolsa de dinero. Ha venido a luchar.
La tercera y cuarta ronda, sin embargo, muestran una vez más que lo sucedido en la segunda se debió más bien a una subestimación del oponente por parte de Holyfield. Pero en el quinto asalto, Foreman volvió a lastimar al campeón: otro gancho de izquierda y 3 poderosos rectos de derecha para que "Big George" ganara otro asalto. El sexto es fácil para Evander, pero lo mejor está por llegar, para lo que Foreman está guardando fuerzas. Yu
La ronda por la que se recordará el choque. El round que convirtió el combate de boxeo en una verdadera guerra: así describen las publicaciones deportivas el round número 7. Holyfield comienza agresivamente y lanza algunos golpes, y Foreman se queda atrás, esperando su oportunidad. Y viene después de que el campeón mundial falla con un gancho de izquierda, "Big George" inmediatamente contraataca con un gancho de derecha y continúa un poderoso asalto a Holyfield, asestando varios golpes para sacudirlo. Al comienzo del segundo minuto de la parte, sin embargo, llega un cañoneo de 15 segundos de Evender y, milagrosamente, Foreman se mantiene en pie. Aunque visiblemente cansado, George aguantó hasta el final de la ronda, nombrada Ronda del Año por la revista Ring.
Al final del partido, todos tenían claro que si Foreman aguantaba, sería la gran victoria para él. Se jugaron las 12 rondas y Holyfield ganó por decisión unánime: 116:111, 115:112 y 117:110, reteniendo así sus cinturones. Pero lo más importante es que el competidor de 42 años demostró que no es mucho más débil que los jóvenes.