los grandes batallas en mahometano Alí: el segundo juego vs Enrique cobre
La pelea que mejor resalta el estilo y dominio del gran boxeador
Mucha gente asociaría el boxeo con el nombre de Muhammad Ali, y esto no es casualidad. Nacido Cassius Clay Jr., el boxeador es uno de los más grandes de la historia y en el ring profesional suma 56 victorias en 61 peleas, 37 de ellas por nocaut. También es campeón de peso pesado desde hace mucho tiempo y sus combates son algunos de los más memorables en la historia del deporte. Uno de ellos es sin duda su segundo enfrentamiento con el británico Henry Cooper, que recordaremos en las siguientes líneas.
La rivalidad entre ambos boxeadores se remonta a 1963, cuando Ali logró derribar a su oponente en el quinto asalto y ganar el combate de manera indiscutible. Un combate que difícilmente figura en las listas de los enfrentamientos más emocionantes de uno de los más grandes, pero sin duda es una pelea que demuestra su dominio.
Sin embargo, tres años después, los dos vuelven al ring y esta vez sucede algo mucho más memorable. La fecha es el 21 de mayo de 1966, y en el estadio “Arsenal Stadium” de Londres, Inglaterra. La voluntad de Ali de luchar en cualquier lugar y en cualquier momento queda demostrada una vez más. Nunca pierde una sola oportunidad de boxear fuera de su tierra natal y fuera de la zona horaria habitual en la que vive y entrena. De hecho, no ha rechazado ni una sola reunión que tenga lugar fuera de Estados Unidos. Y el daño que inflige a sus oponentes es duradero.
El segundo partido contra Cooper es muy indicativo del estilo inolvidable de Muhammad, que se mueve con una velocidad increíble por el ring y encuentra los momentos adecuados para asestar su fuerte golpe. Esta pelea es muy similar al primer encuentro entre ellos debido al dominio de Ali, quien logra mantenerse alejado de su oponente y aprovecha su ventaja de altura de manera excelente.
En los primeros 3 asaltos, Henry simplemente caminó alrededor del ring y persiguió a su oponente sin causarle mucho daño. Sin embargo, en las dos partes siguientes, Muhammad permitió que su oponente se acercara y comenzó a buscar cada vez más en serio golpes precisos con un directo de izquierda a su cabeza. Poco a poco el británico empieza a retroceder, aunque el público está claramente de su lado y estalla con cada disparo certero que realiza. Esto pareció motivar a Ali, quien no dejó de ser lo suficientemente preciso en sus actuaciones y en el sexto asalto abrió una grave herida encima del ojo izquierdo de Cooper. La lesión fue tan grave que la pelea se detuvo y el ganador, por supuesto, fue Muhammad Ali.
Después de la pelea, Cooper admitió que tenía el estilo para detener al campeón mundial, pero Ali aprendió rápido y respondió bien a cada movimiento sorprendente que el británico intentó contra él. También dice que nunca había estado tan cerca de un oponente sin tener la oportunidad de herirlo gravemente.
La segunda pelea de Muhammad Ali con Henry Cooper es un indicio del estilo, dominio y variedad de oportunidades que nos ha ofrecido uno de los más grandes peleadores del boxeo a lo largo de su carrera.