temporada 1980 en Fórmula 1: Nacido bajo el ardiente sol australiano
La temporada de 1980 La Fórmula 1 no empezó como se esperaba para Ferrari y su gran estrella Jody Scheckter. Ni el equipo ni el piloto han podido resistirse a la innovación y el entusiasmo que ha aportado la competición esta temporada. Así, los "caballos negros" no logran defender sus títulos mundiales y nuevos héroes emergen en escena.
Unos años después de la aparición de Williams-Ford en la Fórmula 1, la escudería británica no deja de buscar el enfoque adecuado para hacerlos competitivos. En 1980 Sus esfuerzos finalmente dan sus frutos cuando Alan Jones se une al equipo. A pesar de la dura competencia en las 14 largadas de la temporada, el australiano triunfó con el título mundial de pilotos. Poniendo así fin a la sequía de 14 años en los que ningún competidor del "continente verde" levantó el trofeo más valioso de la Fórmula 1. La última vez lo hizo Jack Brabham en 1966. Para Jones, este es el primer y único título mundial de la carrera automovilística más elitista. En la clasificación general, el mayor competidor de Jones-Nelson, Piquet con Brabham-Ford, sigue segundo. Carlos Reutman, también con Williams-Ford, ocupa el tercer lugar. La exitosa actuación de los pilotos del equipo británico le dio a Williams su primer título mundial de constructores.
La temporada de 1980 está marcado por otro trágico incidente. Durante una de las pruebas, parte del entrenamiento de los pilotos, falleció el francés Patrick Depailer. Ese mismo año debutaron los futuros campeones del mundo Alain Prost y Nigel Mansell. E incluso después de su decepcionante actuación en 1980, cuando terminó 19º en la clasificación final, el ex campeón mundial Jody Schecter puso fin a su carrera.