EL CAMINO DE LA JUVENTUD: Australia se hace cargo de la F1
A finales de la década de 1950, el mundo se estaba recuperando gradualmente después de la terrible crisis económica provocada por el Canal de Suez. Aunque el deporte siempre se ha considerado independiente de las cuestiones políticas y sociales, inevitablemente dejan su huella, incluso en él. El momento de deshacerse de ellos llegó en 1959. La décima temporada del campeonato del mundo de Fórmula 1 es sin duda diferente, y quien guarde un recuerdo de ella comprobará que también es más apasionante.
Por primera vez, Estados Unidos fue sede de dos carreras de Fórmula 1, además de las 500 Millas de Indianápolis también se celebró el Gran Premio de Estados Unidos. La carrera se disputa en el circuito de Sebring, Florida, y es la novena y última carrera de la temporada.
El año pasado en la Fórmula 1 estuvo marcado por una serie de accidentes mortales. Los diseñadores buscan una manera de aumentar la seguridad de los pilotos. La innovación está entrando en carrera a un ritmo extraordinario. El equipo de Cooper también entra en escena, apostando por una revolución en su motor: un compacto "Coventry-Climax" de 2,5 litros. También hay una revolución en la parrilla de salida. Por primera vez en una temporada de Fórmula 1 no hay ningún campeón entre los pilotos. El cinco veces campeón del mundo Juan Manuel Fangio y Mike Hawthorne se han tomado un merecido descanso. Los jóvenes están entrando.
Ya en la primera carrera del año, el trabajo de Cooper-Climax dio sus frutos. La impecable conducción de Jack Brabham le lleva a lo más alto del podio. Con la victoria, Brabham presenta argumentos sólidos sobre lo que pretende lograr esta temporada. Sin embargo, los competidores no tienen la intención de darle el título sin luchar. Tres pilotos entran con mucha pasión: Jack Brabham, que participó en la primera carrera, el veterano Stirling Moss, que todavía espera su momento estelar, y Tony Brooks. Sus actuaciones durante la temporada han sido tan igualadas que dejan el resultado para la carrera final en Estados Unidos.
Un auténtico drama determina quién será el nuevo campeón del mundo de Fórmula 1. En el último momento, Moss se retira de la carrera decisiva. Jack Brabham se quedó sin combustible y tuvo que conducir su coche hasta la meta, terminando cuarto. Tony Brooks terminó tercero. Sin embargo, el australiano Brabham es líder en puntos. El título es para Australia. Entre los constructores, su Cooper-Climax es el líder indiscutible.