Temporada 1995 en la Fórmula 1: Schumacher escribe la historia

Temporada 1995 en la Fórmula 1: Schumacher escribe la historia

El año 1994 en la Fórmula 1 sin duda quedará en la historia del campeonato con una serie de momentos memorables. El trágico accidente de Imola que se cobró la vida del legendario Arton Senna, el primer título mundial de Michael Schumacher y el séptimo trofeo de constructores de Williams-Renault. Así, con el inicio de la nueva temporada en 1995. La Fórmula 1 abre un nuevo capítulo en su historia y sus héroes apenas empiezan a escribirlo.

La sensación alemana Michael Schumacher consolida su dominio. Su equipo Benetton rescindió su contrato con Ford, por lo que apareció un motor Renault bajo el capó. Uno de sus grandes competidores, McLaren, también está tomando medidas radicales. Tras la fallida asociación con Peugeot, los británicos están negociando una asociación a largo plazo con Mercedes. Sin embargo, las actualizaciones no están sólo bajo el capó. McLaren firma un contrato con Mika Hakkinen, quien, junto con el ex campeón mundial Nigel Mansell, debería lograr el tan esperado triunfo. Williams-Renault sigue estando entre los favoritos, aunque sus coches son conducidos por pilotos mucho más jóvenes: el debutante de 1994. David Coulthard y el más experimentado Damon Hill.

En la batalla por el título mundial, Michael Schumacher es intransigente. El campeón defiende con éxito su trofeo y suma otro más a su biografía. Es más, tras ganar 9 de las 17 largadas del calendario de Fórmula 1, garantiza el título mundial a los constructores de su Benetton-Renault. Este es el primer y único trofeo del equipo. Segundo y tercero son los pilotos de Williams-Renault, Damon Hill y David Coulthard, respectivamente.

Una de las innovaciones de 1995. En la Fórmula 1 se trata del control sobre los coches que se permiten en la pista. Todos los equipos proporcionan nuevos chasis, el control de vuelo se vuelve mucho más serio y durante la temporada aparecen inspecciones periódicas para garantizar la seguridad de los pilotos durante la carrera. Todo esto lo impone la FIA a raíz del trágico accidente de Arton Senna, quien perdió la vida por falta de control sobre el coche.

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