El vigésimo cuarto ganador del "Balón de Oro" - Kevin Keegan
Segundo reconocimiento consecutivo para el delantero inglés
Después de terminar en lo más alto del Balón de Oro en 1977, a pesar de ganar el doblete con el Liverpool, Kevin Keegan aún no había alcanzado su mejor momento. En 1978 ganó el premio individual de fútbol más prestigioso de Europa y en 1979 lo consiguió de forma aún más contundente. Su papel de liderazgo en el Hamburgo también contribuye al éxito del equipo alemán tanto en el mercado cárnico como en el escenario europeo.
Keegan acumuló 118 puntos, 31 más que el año de transición. Los 26 periodistas, representantes de los países que forman parte de la sede del fútbol europeo, la UEFA, lo sitúan entre los cinco primeros. 18 de ellos son categóricos en que debería volver a ser el ganador, seis lo dejan segundo y dos, cuarto. Después de terminar sólo 6 puntos por delante del austriaco Hans Krankl un año antes, el delantero inglés ahora tiene más del doble de puntos de ventaja sobre su principal rival Karl-Heinz Rummenigge. El delantero de Alemania Federal y del Bayern de Múnich consiguió sólo 52 puntos por sus dos primeros, cinco segundos, cinco terceros, tres cuartos y un quinto puesto. El top tres lo completa el holandés Ruud Krol del Ajax, que anotó 41 puntos en la votación del Balón de Oro de 1979.
El top cinco lo completan el compañero de equipo de Keegan, Manfred Kaltz, que es cuarto con 27 puntos, así como Michel Platini. El atacante cedido al Saint-Etienne tiene 23 puntos. Los búlgaros vuelven a faltar en la clasificación y el último ganador, que no se llama Kevin Keegan, suma sólo 7 puntos y permanece en el puesto 11, junto con Kenny Dalglish. El delantero danés Alan Simonsen todavía no puede brillar tan seriamente en su nuevo equipo, el Barcelona.
Después de un décimo puesto en la campaña anterior, pero de un comienzo prometedor en la nueva temporada, el Hamburgo consiguió su primer título de la Bundesliga y el cuarto de Alemania en la general. En una reñida competición en Stuttgart, el equipo de Keegan triunfó por un punto, teniendo en cuenta que en ese momento sólo tenían 2 para ganar. El delantero inglés está entre los máximos goleadores del campeonato de Alemania Occidental, con 17 goles, al igual que Klaus. Topmöller. Con más goles se encuentran Rüdiger Abramczyk, del Schalke 04, con 18, Klaus Fischer, también del Schalke, con 21, y Klaus Allofs, del Fortuna Dusseldorf, con 22.
La clase de Keegan ascendió en 1979, por imposible que parezca. Parece un futbolista al que es muy difícil quitarle el balón porque parece que por momentos se lo pega a la pierna. El inglés aprovecha su agilidad y la forma en que suele finalizar los ataques de su equipo habla de tranquilidad, confianza y habilidades futbolísticas excepcionales. Ni siquiera los altos y atléticos defensores alemanes pueden detener al jugador de Doncaster de 173 cm. La forma en que Keegan energiza a sus compañeros de equipo está liderando la elección de los votantes, colocándolo a sólo 12 puntos del máximo de 130.
El cambio de visión del juego del Hamburgo también se hizo evidente en Europa al comienzo de la temporada 1979/80, cuando el equipo eliminó al Valur y al Dinamo Tbilisi, contra los que Keegan marcó dos goles. El hecho de que el éxito a nivel de clubes ya esté llegando dice mucho de las cualidades de Keegan, cuyo nombre pronto comenzó a colocarse junto a los de Pelé, Johan Cruyff y Franz Beckenbauer como hombres que cambiaron la forma en que se veía el juego.
El triunfo indiscutible de Kevin Keegan en el Balón de Oro en 1979 sugiere que puede estar sobre nosotros una nueva era, una en la que un jugador inglés demostrará que puede llevar el juego a un nivel completamente diferente, y no en su tierra natal.