Fraude de casino: cómo se robaron 33 millones en el blackjack

Estafas de casinos: cómo se robaron 33 millones veintiuna

El millonario James Manning logró estafar a un casino australiano en minutos

Existe una regla no escrita en el mundo de las apuestas según la cual el casino siempre gana. Son muy pocas las personas que salen con una sonrisa de un lugar así, y además sin cometer algún tipo de fraude. E incluso si los hay, están dispuestos a regresar y muy rápidamente gastar lo que han ganado. Los demás, los que se lucran con los casinos, pero con fraude, corren el riesgo de que las cosas no les acaben muy bien. Al menos en lo que se refiere al aspecto sanitario. Lo hemos visto en muchas películas.

En las siguientes líneas te contamos exactamente una historia que parece sacada de una película de Hollywood. En 2013, al Crown Casino de Perth, Australia, le robaron 33 millones de dólares. Sí, exactamente 33 y en muy poco tiempo. La hoja de información que rodea el caso lo hace aún más curioso, pero ni una sola persona del casino denunció lo sucedido a la policía, y por eso sabemos muy poco. Esto es lo que es.

Uno de los clientes habituales de Crown es el empresario y millonario neozelandés James Manning, uno de los visitantes más valorados del casino. Está claro que cuanto más esté dispuesto a apostar, más podrán ganar los propietarios de la sala de juego. En este caso, sin embargo, Manning sorprendió a todos después de jugar 8 manos ganadoras consecutivas de blackjack, ganando 32 millones de dólares australianos, o 33 millones de dólares estadounidenses, como ya se mencionó.

Manning, por supuesto, no lleva a cabo el atraco solo, sino junto con el gerente de atención al cliente VIP del casino, a quien logra piratear el sistema de seguridad. Según los expertos, no fue nada complicado. Así, ambos ya tenían acceso a cámaras de alta resolución, gracias a las cuales podían llevar a cabo su estrategia. E incluye visibilidad de las cartas para el manager, lo que le dice a Manning qué mano está ganando y cuál no.

Aunque los guardias de seguridad empiezan a sospechar a medida que avanza la noche, se dan cuenta demasiado tarde de que una persona con información privilegiada está ayudando a uno de sus clientes más habituales y valiosos a realizar uno de los mayores atracos a casinos de la historia. Más tarde esa noche, todo salió a la luz, pero Manning nunca cobró el dinero, lo que permitió al casino mantener la historia en secreto para la policía.

.