Pienso, luego juego.

Pienso, luego juego.

La historia del gran Andrea Pirlo, un gran futbolista y, sobre todo, una persona.

Las autobiografías de deportistas famosos se convierten rápidamente en bestsellers. Aprender algo curioso, algo que no sabes, algo más atrevido o simplemente más extraño sobre tu jugador favorito es lo que todo aficionado a los deportes quiere. Especialmente cuando hablamos de grandes personalidades del juego.

Sin duda, Andrea Pirlo es uno de los futbolistas top que jugó a finales del siglo pasado y principios de este. Aunque ha jugado para los tres gigantes italianos: Juventus, Milán e Inter, Pirlo gusta a todos. Incluso de los rivales. El carisma que poseía, la delicadeza con la que jugaba el balón y el toque con el que lo mandaba a la portería contraria hacían que la gente lo adorara. No es de extrañar que el libro que describe su carrera y sus experiencias personales sea uno de los mejores del género.

Incluso el título sugiere la filosofía del excentrocampista. "Pienso, luego juego" no es casualidad, ya que cada acción del maestro en la cancha parecía bien preparada y casi tan ingeniosa como las jugadas de Garry Kasparov en su mejor momento. Las páginas de su autobiografía escrita por Alessandro Alciato no son menos brillantes que las mejores acciones que hemos visto de Pirlo.

En él verás historias sobre sus compañeros: Kaká, Ronaldo, Shevchenko, Maldini y especialmente Gattuso. Gennaro Gattuso es uno de los favoritos de Pirlo, y en el libro revela gran parte del carácter gruñón de su compañero en el centro del campo, permitiéndose usar epítetos que hasta el día de hoy dejan a uno sorprendido de que Gennaro se convirtiera en entrenador. La importancia de los juegos electrónicos en su carrera, las bromas aplicadas a otros jugadores y entrenadores, sólo nos sugieren que bajo la cara seria del típico caballero italiano, hay un alma que se divierte, piensa y hace lo que realmente ama.

Pirlo tampoco esconde su otra cara. La de un luchador intransigente que no oculta su odio por los hábitos nocivos de algunos de sus compañeros, como las apuestas. No ahorra críticas al Barcelona, Real Madrid y Chelsea, que quisieron incorporarle, pero no le trataron como es debido. No es amable con sus ex entrenadores y con más historias nos demuestra que usa los pies para el fútbol, la cabeza para pensar y la lengua para decir lo que siente. Sin una gota de arrogancia y sin preocuparse por lastimar a nadie.

"Pienso, luego juego" es una confirmación de la perfecta eficacia de la máquina Pirlo. En su autobiografía se declaró firmemente en contra de la violencia y el racismo en los estadios. Las dos cosas que siempre le han irritado en los aficionados al fútbol.

Pirlo está dispuesto a criticar, a divertirse, pero siempre lo hace de la forma más inteligente posible. En su libro nos revela cómo sucede todo esto y lo presenta de forma accesible, lo que convierte la autobiografía del campeón del mundo del año 2006 en una lectura obligada para todo aficionado al fútbol e incluso a todo aficionado al deporte.

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