"En casa con Muhammad Ali": una biografía diferente sobre un gran atleta
Historias puras de la vida más íntima de un padre amoroso y extraordinario.
Muhammad Ali es más que un atleta, más que un boxeador famoso, si no el más grande, de todos los tiempos. Es una figura histórica que nadie olvidará. Puedes leer mucho sobre él, escuchar mucho o mirar mucho sobre él, pero nada se compara con su biografía escrita por su hija Hannah. Sus recuerdos están respaldados por los vastos materiales de archivo que su padre parece haber dejado deliberadamente atrás. Estos incluyen cintas de cada llamada telefónica realizada desde su casa, cartas, fotografías y anotaciones en el diario de Ali. Todo ello está recogido en el libro “At Home With Muhammad Ali”, o en inglés “At Home With Muhammad Ali”.
El boxeador es consciente de que está haciendo historia y, por eso, conscientemente deja tras de sí una gran cantidad de documentación para convertirla en una bella creación. El libro de Hannah Ali logra el equilibrio perfecto entre el profundo cariño de la hija del gran deportista, la intimidad en todos estos detalles que se revelan a los lectores, la honestidad, la ternura y la veracidad. En él no leerás nada malo o malintencionado sobre el gran competidor, lo cual en realidad es completamente comprensible, y verás cuál es su personalidad fuera del ring.
Es difícil abstraerse del nombre del autor y no acercarse con dudas sobre la sinceridad del escrito, pero con cada página sientes que Hannah es completamente sincera en lo que escribe. La descarada confianza de Ali, su negativa a mirar hacia abajo cuando lo entrevistan periodistas blancos, sus encendidos discursos en nombre de la fe musulmana y su actitud hacia la guerra de Vietnam crean una imagen que puede no sentar bien a muchos estadounidenses y al pueblo de el resto del mundo, pero leyendo esta creación comprenderás inmediatamente que todo lo que hizo al respecto fue completamente normal y con un solo buen propósito, con la idea de igualdad entre todos. Se destaca su participación en el movimiento de derechos civiles, que buscaba cambiar los contornos raciales de la sociedad estadounidense no sólo en el Sur sino en toda la nación.
Al leer las páginas que Hannah escribió en homenaje a su padre, aprendes mucho más sobre la carrera del boxeador, que comenzó cuando solo tenía 12 años. Se nota que cuando tenga edad suficiente para empezar a afeitarse, ya es un atleta formado con una visión clara del boxeo. Si no has visto una de sus peleas, el libro de Hannah te hará ver al menos una de sus peleas en YouTube. Comprenderás cuál era realmente la idea del deporte en aquella época, que no se trataba sólo de violencia y trato rudo hacia el oponente. El boxeo requiere mucha habilidad, tanto física como mental. Definitivamente se puede ver cómo el talento de un competidor combinado con su mente lo convierte en una enorme figura histórica de increíble importancia en todos los sentidos.
El lado de Muhammad Ali que se muestra en el libro no ha sido visto por nadie. Es uno de los pocos hombres que busca a su lado una mujer inteligente, independiente, con la que pueda formar una pareja parental, que nunca dañará físicamente a sus hijos durante su crianza. Sí, parte de su carácter condescendiente también se debe a su fe, pero también parte se debe al profundo temor de que alguien intentara hacerle daño secuestrando a sus hijas. Por las descripciones de su infancia, entendemos que Hannah no estaba entre los estudiantes queridos y que tenía un comportamiento reprensible. A menudo se permitía actuar agresivamente con otros niños que no la aceptaban bien. Sin embargo, el comportamiento de Ali no es duro con ella. Se le recuerda como un padre cariñoso y amable, dispuesto a dedicar todo su tiempo a sus hijos, a pesar de su ajetreada carrera.
Hana escucha a menudo conversaciones entre su padre y líderes mundiales como Brezhnev, Gaddafi, Deng Xiao Peng, quien le pide a Ali que entrene a boxeadores chinos y otros. Descubrirá que Mahoma incluso ofreció sus servicios al presidente Jimmy Carter en la década de 1980, con la esperanza de poder utilizar su religión como vínculo con los iraníes que mantienen como rehenes a ciudadanos estadounidenses.
También leerá sobre una historia en la que Ali convence a un hombre para que no se suicide. Incluso se pueden encontrar en Internet fotos de él sosteniendo a un hombre que intenta saltar desde un edificio alto, al que disuade de sus intenciones de acabar con su vida con sólo unas pocas palabras. Se puede ver que Ali no es una de esas celebridades que se queja de su falta de espacio personal. Al contrario, está dispuesto a pasar tiempo con cada uno de sus fans porque le encantaba salir de su casa para conocer y hablar con cualquiera de ellos.
Sin embargo, algunas de sus acciones han resultado extrañas para la familia. Un ejemplo de esto son los tiempos en que Ali llevaba a personas sin hogar a casa hasta que les encontraba refugio. Algo que Hannah no describe cómo reaccionó su madre, pero está claro que no es uno de los mejores movimientos del fenomenal boxeador.
En esta pieza también verás muchas fotos en las que padre e hija parecen expresarse con el mismo lenguaje corporal. También hay muchas narraciones que revelan el comportamiento de Ali hacia la religión. También se comparte el dolor de Hannah por el divorcio de sus padres. Ella revela que Ali es una persona a la que le gusta escribir poesía, leer muchos libros, aunque hasta su último día tuvo problemas con la ortografía y la gramática.
El final del libro es quizás el más conmovedor de todos. Hannah recuerda a su padre como un anciano de unos setenta años, debilitado por el Parkinson, que miraba imágenes de sí mismo después de la pelea con Foreman y pronunciaba las palabras: "¡Hombre, yo era algo!".
Puede que leer este libro no sea una tarea muy fácil, pero lo que pueda aprender vale la pena por las emociones, el entusiasmo y las dificultades que pueda atravesar. Especialmente si te gusta la historia y la personalidad de Muhammad Ali.