CLASES DEPORTIVAS: Séptima temporada de Fórmula 1

CLASES DEPORTIVAS: Séptima temporada de Fórmula 1

Séptima temporada en el Mundial de Fórmula 1 en 1956. Es el primero sin la participación del equipo Mercedes. Juan Manuel Fangio, que triunfó con el título la pasada campaña, ahora forma parte de la escudería Ferrari. Una decisión que le da la oportunidad de lograr lo impensable hasta ahora: un tercer título mundial consecutivo en la carrera automovilística más elitista.

Aunque el deporte siempre se ha mantenido alejado de la vida política o pública, dejando que los mejores decidan el resultado, los tiempos tampoco dejan ninguna posibilidad a la Fórmula 1. La crisis de Suez es un hecho y los precios del petróleo se disparan varias veces. Esto deja a algunos equipos sin poder continuar en la competición y dos de las salidas previstas se cancelan. Así, todo se decide en un total de 8 carreras: Gran Premio de Argentina, Gran Premio de Mónaco, 500 Millas de Indianápolis, Gran Premio de Bélgica, Gran Premio de Francia, Gran Premio de Gran Bretaña, Gran Premio de Alemania y por supuesto Gran Premio. de Italia.

Una vez más, Monza, como la temporada pasada, acogerá la carrera final. La alegría de los aficionados de Ferrari es aún mayor, ya que la sensación argentina Juan Manuel Fangio ahora forma parte del equipo. Sin embargo, esta vez, a diferencia de la anterior, el título se decide precisamente en la última salida.

Juan Manuel Fangio tiene todas las posibilidades de triunfar por tercera vez en su carrera. Sin embargo, la carrera final en la pista local de Ferrari no transcurrió según lo previsto. El argentino iba tercero cuando su compañero Peter Collins decidió prescindir de él. Así, aunque no gane en "Monza", acaba con puntos suficientes para triunfar con el título mundial. Lo que Collins está haciendo es extraordinario por varias razones. El piloto de Ferrari es británico, al igual que el ganador del Gran Premio de Italia, Stirling Moss. Moss, sin embargo, es piloto de Maserati y, fiel a su equipo, Collins muestra un espíritu deportivo sin precedentes y garantiza que el título se quede en casa.

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