SOBRE EL PRINCIPIO Y EL FINAL: La sexta temporada en la Fórmula 1
Cualquiera que haya tocado la magia de la Fórmula 1 inevitablemente queda cautivado por la emoción y la adrenalina que trae consigo la carrera. Y si hoy en día los coches ultrarrápidos y los pilotos brillantemente preparados son la explicación lógica para esto, cualquiera que esté más familiarizado con el campeonato y sus primeras temporadas podrá confirmar que este fenómeno también se observa en los albores de la carrera automovilística más elitista.
Como prueba, nos remontamos al lejano 1955. El año en que la Fórmula 1 inició su sexta temporada. Como todo deporte en ciernes, éste también sufre diversos cambios a lo largo de su desarrollo. Por primera vez, los motores de los automóviles se diseñaron para estar en la parte trasera del vehículo. Una solución que lleva a los ingenieros a creer que aumentarán la velocidad de movimiento. Ahí es técnicamente donde termina la innovación. Por supuesto, lo que ocurre en la pista es más importante.
La temporada de 1955 determinará su nuevo campeón después de 7 carreras. El calendario de la sexta temporada de Fórmula 1 incluye las siguientes largadas: Gran Premio de Argentina, Gran Premio de Mónaco, Indy 500, Gran Premio de Bélgica, Gran Premio de Países Bajos, Gran Premio de Gran Bretaña y Gran Premio de Italia. La sede de la carrera final es la pista histórica "Monza", pero el resultado para determinar el campeón no se hizo esperar hasta la salida número 7. En 1955. el dominio es definitivamente para Juan Manuel Fangio de Mercedes. El argentino ha ganado 6 de 7 salidas y no deja dudas sobre quién merece el título. El trofeo es el tercero de su carrera y el segundo con el equipo Mercedes.
A pesar de la temporada categóricamente exitosa que envió el equipo, en 1955 Mercedes sale de la Fórmula 1. Para tristeza de todos los aficionados que apoyan al equipo, su ausencia del campeonato duró hasta 2009.